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Vi “Fury” (“Corazones de acero”, 2014, USA) dirigida y escrita por David Ayer (con una corta carrera como director, pero toda enfocada al cine de acción) y protagonizada por Brad Pitt. Pocas veces hago una reseña crítica de filmes comerciales como éste; no obstante, por ser de un género que tanto me gusta (y del que he escrito algunas páginas) me tomo el atrevimiento de comentarla. La película narra la vida de un grupo de hombres en un tanque yanqui que se enfrenta a los alemanes poco antes de terminar la Segunda Guerra Mundial. Ahora bien, el sitio del filme es muy claro: es cine acción con puro formato de entretenimiento. Pero esto me lleva a dos preguntas: ¿es cine bélico en sentido estricto? Y ¿da algo más que entretenimiento? Frente a lo primero, claramente la cinta gira en torno a la guerra, pero ésta es una excusa para el deseo real: entretener con acción, lo que supone muy buenos efectos visuales y una narrativa particular. Entonces, siendo sinceros, esta película ni le aporta ni le quita al cine bélico, género que ya echa de menos buenas producciones en los últimos años. Ante la segunda pregunta, la respuesta es un sí con muchos matices. El filme tiene una buena banda sonora, buenos efectos especiales, un manejo de cámaras correcto (aunque se nota cierto acartonamiento cuando se intenta poner en escena el interior del carro de combate), y una interpretación adecuada del protagonista (aunque sus co-protagonistas tienen roles erráticos). Pero entonces, ¿qué aporta? Responde analizando el guion: i) muestra la guerra sin sentimentalismos aunque en ciertos momentos hay un eco patriotero estadounidense, pero se soporta; ii) si bien gira en torno a las escenas de combate, hay escenas que permiten al espectador entender que la guerra es mucho más que batallas: por ejemplo está el tema de la dureza del conflicto para prisioneros y población civil. Pasando a otro asunto, si bien no consideraría la película como mala, no puedo compartir la visión grotesca del enemigo que allí se ofrece. Ya raya con lo absurdo el combate final en el cual un tanque averiado y sin movimiento, con cinco hombres con poca munición, detiene a un centenar de aguerridos soldados alemanes que portaban todo tipo de armamento incluyendo lanzacohetes. La realidad fue otra: para los últimos días de la guerra, las huestes alemanas no estaban integradas por soldados experimentados ni tenían buen armamento. Pero el director, para poder realzar el heroísmo de sus personajes, pone como enemigos a jóvenes bien uniformados y muy armados, pero que se comportaban como reclutas sin ninguna preparación. En este sentido, la elección del director fue terrible pues termina mostrando una guerra falsa que sólo cabe en las mentes de un público carente de nociones de historia. Incluso, si él hubiese optado por mostrar una guerra más verídica. fácilmente el filme habría decantado en un drama épico: el efecto psicológico que pudo haber producido en los protagonistas el enfrentamiento desigual de soldados estadounidenses experimentados contra niños reclutas forzados a ir a la guerra, mal formados y mal armados. En este sentido, la película queda como opción para gastar una tarde en cine si no hay otras cosas que hacer. 30-01-2016.

Trailer: https://www.youtube.com/watch?v=Xrr8UJEvNFQ