Vi “American Sniper” (“El francotirador”, 2014, USA) dirigida por Clint Eastwood, la cual ha sido todo un éxito en taquillas y con varias nominaciones, en su mayoría en premiaciones de cine comercial. Ahora bien, dado el sello de su director, quien ha solido hacer buenas películas bélicas (asunto que me gusta mucho y del que alguna vez escribí) decidí verla a pesar de varias críticas negativas que leí sobre esta cinta. Empiezo con una sinopsis: la película narra la vida de un reconocido francotirador Seal (Kris Kyle) antes, durante y después de la segunda guerra de Iraq. Este héroe militar, cuando regresa a casa, ayuda a veteranos de guerra, y justo es uno de los auxiliados quien lo asesina en una práctica de tiro. La narración busca entretener y por eso el director se separa en muchas cosas de la realidad de los hechos, para ofrecernos una versión light que evite en el espectador reflexiones críticas. Resulta que este personaje, considerado el francotirador más mortífero del ejército de USA, dio lugar a un libro biográfico donde bien queda patente su fundamentalismo patriótico, su apología de la guerra y una visión maniquea peligrosísima (USA contra el mundo musulmán terrorista). Todo esto me lleva a decir que Eastwood se había mostrado como mucho más que lo que nos refleja en este filme (es como si hubiera hecho la película para hacer las paces con las tendencias más conservadoras del Establecimiento) pues deja de lado cualquier reflexión crítica de la guerra (como lo había hecho en otros de sus filmes bélicos). Ni siquiera le da voz al “enemigo”, quien es, sencilla y banalmente, ridiculizado. Incluso, el más ficticio que real duelo con un francotirador sirio, no es para nada convincente y no refleja la tensión que si se ve en otras películas del mismo género que parte de duelos similares (como “Enemy at the Gates”, 2001, Dir. Jean-Jacques Annaud). En conclusión, si bien las escenas bélicas son buenas (lo que implica un buen equilibrio de muchos factores, en especial de los efectos especiales), si bien hay un fin de entretenimiento que se cumple a la perfección, la narración resulta banal y tan políticamente correcta (desde la óptima republicana estadounidense) que considero que Eastwood dio un paso atrás en lo que venía construyendo. Si alguien desea algo más que mero entrenamiento, pues le aconsejo ver esta película, pero, por favor, no se le olvide que detrás de toda buena historia, hay dos versiones. Sería bueno ver la otra. 16-11-2015.
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