Vi “Mommy” (Canadá, 2014), dirigida y escrita por Xavier Dolan (quien lleva ya seis años con producciones ininterrumpidas) que cuenta la historia de un adolescente agresivo, problemático, que enfadaría a cualquier, con su madre, alocada y distraída, y una vecina que promete, infructuosamente, ser la salvadora. El filme es todo un reto, puesto que es enojosa para el espectador, puesto que el director, conscientemente, le narra actitudes del muchacho que enfadarían a cualquiera, pero, a pesar de ello, aparece una luz pequeña que abre la pantalla (la pantalla se abre y se cierra según el macrocosmos de la narración) y con ella la esperanza, para todo terminar mal, como era de esperarse, en una Canadá ficticia, donde se recluyen los (jóvenes) problema en centros psiquiátricos. Así las cosas, el lector entenderá que deba aplaudir a los actores que no la tenían nada fácil: en especial al odioso muchacho (interpretado por Antoine-Olivier Pilon, quien ya había actuado con este director) quien, siendo sinceros, logró lo que se buscaba. Tal vez, lo más criticable de la cinta es que es larga, no sólo en sus minutos sino incluso en las sensaciones perturbadoras que genera. Concluyendo, es un filme con mensajes contundentes (a pesar de los diálogos superficiales), en especial para aquellos cercanos a temas de responsabilidad penal juvenil y reeducación. Igualmente, se puede encontrar en la cinta el grito de angustia de los que gritando a una dirección (el odio) solo buscan lo que se les perdió en otra (el amor). Claramente, estamos ante un filme contundente, que merece ser reflexionado, pero que no está hecho para cualquier público en tanto que más de uno se pararía de la sala con el puño cerrado rogando no tener frente a sí a ese chico. La recomiendo. 24-08-2015.
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