Trash (2014): demasiado simple para ser real

www.filmaffinity.com
Vi “Trash” (RU-Brasil, 2014) dirigida por Stephen Daldry (reconocido por Billy Elliot -2000- y The Reader -2008-, entre otras películas). Este filme narra cómo tres niños, que viven en un basurero de Río de Janeiro, se encuentran una billetera en la cual está la clave para resolver un complejo caso de corrupción y encontrar un apreciado botín. La cinta, estéticamente, está bien hecha. Sin embargo, llamo la atención de algunas escenas donde se puede observar con claridad cómo una calle es paralizada para la filmación y los desprevenidos transeúntes observan la cámara con la curiosidad propia de un turista restándole a la secuencia credibilidad. Lo que no pude tragarme fue el guion del filme, cargado de maniqueísmos (buenos contra malos) y facilismos para el paso de una situación a otra. Me explico. La película parte de algo poco creíble: que un hombre bueno, mano derecha de un corrupto durante mucho tiempo, decide robarle a su jefe para hacer justicia; así, esconde el botín en una compleja y poco convincente red de claves. Igualmente, el paso de una situación a otra se hace a veces con una facilidad que torna a la historia como imposible. Por ejemplo, en un momento los niños se preguntan quien será un político Santos (como si fuese un apellido rarísimo en Brasil) y uno de ellos señala, sin más, que sabe quién es y donde vive. Considero, desde mi experiencia como cinéfilo, que los productores metieron la mano para alejar el filme de modelos realistas y al acercarlo a los típicos juegos de “policías y ladrones”, lo que sumado al sentimentalismo que despierta en el auditorio general ver niños sufriendo por las injusticias del mundo, se obtiene el premio buscado: taquilla. Un filme de estos, que parte de una realidad, como la latinoamericana, que escapa a nuestras valoraciones morales simplistas, no podía resumirse en la forma como se hizo. Se ve, pues, un afán político de reducir la realidad a esquemas morales simplistas que poco aportan para comprender nuestros problemas sociales. Pero ya es hora de señalar que la película no me pareció del todo mala. Entretiene y muestra la faceta de la indigencia (aunque de forma ingenua y poco convincente), lo que ya es un logro ante una sociedad que prefiere voltear la cara. Y, repito, la producción, la fotografía, la banda sonora, dan un resultado positivo general. La recomiendo, más como entretenimiento que como cine formación. 14-04-2015.


No hay comentarios

Leave a Reply