Tomado de: Le monde diplomatique

Leí con satisfacción la edición 120 de Le Monde Diplomatique (la versión colombiana). Excelentes artículos (pienso por ejemplo “Una guerra por el petróleo, “Teología de la opresión”, “Vivir solo, pero no solitario”, “¿Tiene sentido propender por el sentido de la vida?” y “El vitalismo transmoderno: hacia una forma-vida-orgánica”), que invitan a la reflexión, a la crítica, a la libertad de pensamiento. ¿Cuándo será que los periódicos sean más que meros transmisores de comunicados de prensa del poder de turno? Recomiendo a quien desee ejercer su derecho a pensar, leer Le Monde. Me gustó mucho este número.

“Si les doy de comer a los pobres, dicen que soy un santo; pero si pregunto por qué son pobres, me tratan de comunista” Dom Hélder Camara, arzobispo de Recife, en los 60 del siglo XX. (Le Monde, 120, p. 21). Esto está en un artículo que narra la persecución a la teología de la liberación por parte de la Iglesia romana, pero el silencio estratégico ante las dictaduras militares.

Excelente el estudio de los singletons (aquellos que viven solos), que no significa lo mismo que ser soltero (no todos los solteros viven solos y viceversa), y que no es igual a ser solitario (las relaciones humanas son cualitativas y no cuantitativas). Ver: “vivir solo, pero no solitario” (pp. 30-31, Le Monde, 120).

“De mala humanidad no se pueden hacer buenas instituciones” decía Martí. En fin, toda organización humana depende de la calidad de sus integrantes. Lo que se une a otra frase del autor cubano: “el hombre no es más, cuando más es, que una fiera educada” (Le Monde, 120, p. 33).